viernes, 29 de abril de 2016

Leiber y Cervantes

Abril de 2016, fecha importante porque se cumplen 400 años de la muerte de dos de los más grandes escritores de la historia: Cervantes y Shakespeare. Basta con acercarse a cualquier librería para abrumarse ante el aluvión de reediciones y novedades relacionados con los dos autores y con el Siglo de Oro en general.

De la influencia de Shakespeare en la obra de Fritz Leiber hemos hablado largo y tendido ya. ¿Pero qué pasa con la influencia de Cervantes? Es un tema que he investigado mucho pero que, por desgracia, aún no puedo aportar ningún documento en el que el autor hable abiertamente sobre ello. En lo que sí coinciden los que han leído y estudiado la obra de Leiber, en concreto los relatos de Fafhrd y el Ratonero Gris, es en la sombra cervantina que se aprecia en las calles de Lankhmar.

Lankhmar es una ciudad caótica, peligrosa, llena de vicios capaces de corromper las almas más fuertes y honorables. Más que ser una cuna de la civilización, Leiber nos la pinta como un nido de déspotas, tiranos. corruptos y aprovechados, donde la única cosa segura es que tarde o temprano alguien te vaya a estafar. De hecho, lo único que parece organizado es todo este tejido de inmundicia, y por eso podemos encontrar gremios variopintos, como el de los Ladrones o los Mendigos.

Vista de Sevilla (Anónimo, hacia 1570-1600)

Esta ciudad icónica de la literatura de fantasía parece estar inspirada en la Sevilla del Siglo de Oro, que con tanto gusto nos retrató Cervantes en más de una ocasión, y con especial interés en su novelita picaresca Rinconete y Cortadillo. De hecho, os invito a comparar este clásico con el relato Aciago encuentro en Lankhmar (ganador de los premios Nebula en 1970 y Hugo en 1971 al mejor relato).

¿Cómo pudo producirse esta influencia de Cervantes en la obra de Fritz Leiber? Mi hipótesis —como he dicho antes, no he encontrado (aún) ningún documento en el que Leiber hable sobre el tema— es que la compañía de teatro de su padre, que sembró en él su pasión por Shakespeare, tuvo que ser la que le acercara a Cervantes y, probablemente, a otros clásicos de la literatura. El hecho de que creara a Fafhrd y el Ratonero Gris junto a su amigo Harry Fischer pudo haberle recordado al clásico picaresco cervantino de los dos amigos tratando de sobrevivir con su ingenio y mucha mano izquierda en una ciudad tan opulenta como pestilente. Y de ahí a recrear la esencia de los callejones pendencieros de Sevilla en Lankhmar no hay más que un paso.

De lo que no hay ninguna duda es de la influencia que ha tenido la Ciudad de los Ciento Cuarenta Mil Humos en la literatura de fantasía posterior. Hoy en día no nos resulta extraño leer sobre gremios de ladrones, asesinos, mendigos y pícaros de cualquier clase, ni abandonar los bosques y montañas típicos del género para adentrarnos en callejuelas y lupanares plagados de tipos en los que es mejor no confiar. Sin Lankhmar no habrían existido ni Baldur's Gate ni Ankh-Morpork, dos claros homenajes a Leiber y su obra.

Así que, lejos de buscar influencias de la literatura de fantasía en cuentos nórdicos y leyendas celtas, esta vez podemos mantener la cabeza alta y proclamar con orgullo que las bases de Fritz Leiber, uno de los padres indiscutibles de la espada y brujería, está más cerca de casa de lo que podríamos pensar. ¿Qué le habrían parecido a Cervantes las peripecias de Fafhrd y el Ratonero Gris? Eso lo dejo para vuestra imaginación.

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