Portada de Dragon #1 |
Sigo con el número 1 de la revista Dragon y el análisis y traducción del artículo de Fritz Leiber, en el que después de bromear sobre los wargamers, establece analogías con regiones y culturas históricas de la Tierra para ayudar a visualizar mejor Nehwon. Podéis encontrar la primera parte del artículo aquí.
Aunque las indicaciones que ofrece Leiber están orientadas a los wargames, son lo suficientemente inspiradoras para poder hacerse una idea de cómo es el mundo que construyó junto a su amigo Harry Fischer. Voy a traducir los párrafos que me parecen más interesantes, pero invito a los interesados a buscar en la red un ejemplar de esta revista para poder degustar el artículo completo en versión original. Cabe recordar que el texto en sí está escrito como si Leiber fuera un viajero o cronista más de su propio mundo, uno de sus rasgos de estilo característicos como escritor.
[...] Todas las tierras de Nehwon de las que me han hablado usan la espada, la lanza, el arco y la honda. Los Lankhmarianos dependen principalmente de la lanza o pica (junto a la espada, por supuesto) y prefieren la honda antes que el arco. Podría decirse que son similares a los Romanos o, si se me permite usar el término, medievales sureños.
A los hombres de las Ocho Ciudades también les gusta la lanza, pero prefieren el arco. Son como los Alemanes, Suecos (N.d.T. aquí se refiere a germanos y demás tribus nórdicas) o —perdón de nuevo— los medievales norteños.
Para las Tierras Orientales, piensa en los Sarracenos, Árabes, Partos e incluso Asirios. Montan camellos y elefantes, y normalmente usan el arco.
No es sorprendente que los Mingoles sean muy parecidos a los Mongoles —los ejércitos de Ghenghis Khan o Tamerlán. Por supuesto, el caballo y el arco están por encima de todas las armas. Mientras los Mercenarios Norteños emplean la lanza y la espada exclusivamente, los Quarmalianos son de espada y honda.
El único mapa de Nehwon que conozco, fundamentalmente de las porciones centrales y del sur, fue bocetado y dibujado primero por Martha McElroy (Mrs. Harry Fischer), redibujado por otro para Amra (N.d.T. un fanzine de fantasía de los años 60, ganadora de dos premios Hugo), y ese mismo reproducido y simplificado para el libro The Swords of Lankhmar de la editorial Ace, en el que en sus traducciones a francés y alemán, el Yermo Frío se convirtió en Desert Froids y Eis-Ode, respectivamente. Este mapa solo muestra una sección del hemisferio norte de aproximadamente un sexto de la circunferencia del planeta, longitudinalmente, desde el polo norte hasta no más lejos que el trópico norte. Si alguien se pregunta dónde se sitúa exactamente Klesh, lo hace en vano. [...]
Mapa publicado en el fanzine Amra |
[...] El Reino de las Sombras, morada de la Muerte y que algunos llaman el polo muerto de Nehwon, yace al este del Mar de los Monstruos. Más allá, aún más al este, se encuentra la extraña tierra de Eevamarensee, en la que los hombres y animales domésticos carecen de pelo, aunque si esto es símbolo de civilización avanzada o de decadencia, yo no lo sé.
En las antípodas del Reino de las Sombras, en alguna parte del desconocido continente del sur, se dice que están las Tierras de los Dioses, morada y paraíso de al menos algunos, aunque quizás no todos los dioses de Nehwon, y que contiene el polo de la vida de dicho mundo (distinto, por supuesto, de su polo rotacional, como los polos rotacionales y magnéticos de la tierra). [...]
En lo que queda de artículo, Fritz Leiber nos menciona la Gran Corriente Ecuatorial, el Mar Exterior y Simorgya, pero sin entrar en detalle. Manteniendo el estilo de conversación ficticia del principio del texto, Fafhrd bromea con Stardock y Quarmall, que con sus bastos complejos subterráneos serán, sin duda, de gran atractivo para los amantes de las mazmorras. Y tampoco se olvida de las cavernas de Ningauble, el único lugar que conoce en el que se entrelacen Nehwon y otro mundos, y sobre las que hablaré con más detalle en una futura entrada.
Del juego de tablero Lankhmar, poco más puedo decir. No llegó a alcanzar la popularidad de otros juegos de tablero de TSR, ni mucho menos que el propio D&D. Por suerte, uno de los escenarios de campaña que se lanzó para la primera edición de AD&D y que tuvo continuidad en la segunda fue, precisamente, Lankhmar, por lo que los aficionados al juego de rol tuvieron la oportunidad de vivir sus propias aventuras en Nehwon. Pero todo esto, a su debido tiempo...
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